Sociedad Colonial en América. Parte 1

La sociedad colonial hispanoaméricana estaba integrada por tres diferentes grupos: los que estaban  en América (los indígenas), los que llegaron voluntariamente (los españoles) y los que fueron obligados a venir (los africanos). Cada uno de estos grupos aportó diversas vivencias culturales, tenía distintos objetivos económicos y fue considerado diferente desde el punto de vista jurídico. 

Además de los tres grupos originales, pronto se desarrolló  en América un cuarto producto de las uniones entre ellos; fueron los mestizos.

Una característica que debemos destacar de esta sociedad es su gran heterogeneidad: entre los distintos grupos, porque cada uno  estaba sometido a distintas leyes y obligaciones; entre regiones, porque algunas estaban más densamente pobladas y otras prácticamente deshabitadas; y también desde el punto de vista económico, ya que cada zona era considerada de modo diferente, de acuerdo a su producción, a la importancia que ésta tenía para la corona española y a la riqueza que generaba.

Se ha calculado que la población Indígena americana a fines del siglo XV oscilaba entre los 40 y 50 millones de personas, distribuidos en forma desigual. El número de indígenas descendió drásticamente desde los primeros momentos de la conquista.

Por otra parte, el número de españoles y criollos, muy pequeño en el siglo XV (apenas cien mil personas) aumentó significativamente hasta superar  los tres millones de personas a fines del período colonial.  Más espectacular fue el aumento de los mestizos. En 1650 se calcula que había casi 600000 mestizos, y llegaron a ser más de 5 millones en 1825. Los africanos (ya fueran esclavos o libres) eran muy pocos en el siglo XV, y alcanzaron los 2 millones.

Los españoles y los criollos:

Al producirse la conquista un importante número de españoles se trasladó. A medida que los primeros se enriquecían , nuevos inmigrantes fueron llegando.

Dentro de las actividades desarrolladas por los españoles en América, ser encomendero de indígenas era la más anhelada. Los motivos de preferencia eran las riquezas  y el prestigio social que podían obtener.

Los hijos de españoles nacidos en América eran los criollos. Éstos junto con los peninsulares, formaban el grupo más prestigioso de la sociedad. Aunque eran iguales en teoría, existía gran rivalidad entre españoles y criollos. Los altos cargos políticos, militares y religiosos en general estaban reservados a los españoles.

Españoles y criollos podían administrar las minas de metales preciosos y de mercurio, obtenían donaciones de tierras en las que establecieron haciendas o estancias. La mano de obra empleada era de indígenas o de esclavos de origen africano. Otros españoles se dedicaban al comercio entre España y América. Se dedicaban a exportar metales preciosos y las materias primas que Europa necesitaba como azúcar, cacao  y cuero.